El banco de los pensamientos.
Yo pienso en lo que no se puede escribir, en algo que es hasta casi difícil de sentir. Sé que está porque veo su color y me acurruco en su calor. A menudo es marrón, como un halcón. Pero también blanco, como una nívea piel. Cuando siento que está a mi lado mi mundo se mueve, baila el aire.
¿Y tú, ahora en qué estás pensando?
Anna.